El Rubio sale a hombros . Cehegin (05-08-2012)
Montiel también brilla en una tanda muy ligada con la diestra y en naturales sueltos
El Rubio de Caravaca y el ciezano Francisco Montiel se anunciaban en Cehegín sin haber toreado apenas. Ninguno de los dos decepcionó, sino todo lo contrario. Mostraron una gran disposición y unas ganas evidentes de vestirse de luces.
Por delante de ellos iba el rejoneador Luis Valdenebro. Hizo a su lote peor de lo que era. Sus dos astados acabaron parados, pero antes les recetó tres rejones de castigo de estimables dimensiones. Mejor cuadra que caballero sería el resumen de la actuación de un rejoneador que debe poner más corazón si quiere subir en el escalafón.
Corazón si pusieron los dos toreros de la Región. La corrida de Ana Romero tuvo lo suyo. Las miradas de los dos primeros de lidia a pie eran para hacer dudar a toreros con poco oficio, pero tanto El Rubio como Montiel no se afligieron.
La actuación de El Rubio es de nota alta. Mostró oficio de torero puesto que superó holgadamente la condición de sus dos toros, nada fáciles. El saludo de capa a su primero, así como el inicio de faena, rodilla en tierra, con un cambio de mano magnífico, tuvo mucha expresión. Ante el quinto se la jugó y no dio un paso atrás. Ese toro se lo había brindado a su madre. Y con la espada estuvo seguro.
Montiel dio la cara con su primero, al que recibió con un farol de rodillas para gustarse después a la verónica. En ese toro saludaron en banderillas Cama y Macandito. Brilló Francisco en una tanda muy ligada con la diestra y en naturales sueltos. El sexto fue el toro de la corrida, bravo y con transmisión. Exigente. Montiel le tomó la medida cuando le echó la muleta al hocico, en tres naturales soberbios y un circular, y sufrió más cuando lo esperó. De manejar mejor la espada, hubiera abierto la puerta grande.
Una pena que estos dos toreros no gocen de más oportunidades.
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